
Según Murray la personalidad de un individuo depende de procesos cerebrales, es una relación estrecha entre la fisiología cerebral y la personalidad siendo los procesos neurofisiológicos la fuente de la conducta humana.
Creía que los psicólogos deben preocuparse en forma primaria por el estudio detallado de vidas individuales, separar la conducta total de una persona en unidades básicas identificables y manejables: el procedimiento, un patrón de conducta significativa breve que tiene un principio y un fin (escribir, leer, cocinar) interacciones entre el sujeto y otra persona u objeto en el ambiente, pueden ser internos (imaginarios) o externos (reales).
Una sucesión de procedimientos constituye una serie (una amistad o un matrimonio), que conduce hacia un objetivo. Los programas en serie son gobernados por un proceso mental: la orden que permite desarrollar una estrategia para afrontar al mundo y desarrollar planes para resolver conflictos.

La contribución más significativa de Murray para el estudio de la personalidad es su investigación de las necesidades humanas.
Desarrolló lo que sin duda es la lista más cuidadosa de 20 necesidades básicas humanas, a partir de un estudio intensivo en Harvard (1938), esta ha sido revisada y modificada desde esa época.

Definió una necesidad como el constructo que representa una fuerza en el cerebro que organiza la percepción, entendimiento y conducta de tal forma que cambia una situación insatisfactoria y aumenta la satisfacción. Una necesidad puede ser provocada por un estado interno o por un estímulo externo.
No todas las necesidades están presentes en todos los individuos y varían en su fuerza e intensidad. Creía que hay una jerarquía de necesidades, donde dos o más necesidades entran en conflicto, la más insistente será satisfecha primero.
Pensó que caracterizar la conducta de un individuo tan sólo con base en las necesidades es un cuadro unilateral e introdujo el concepto de presión, que son fuerzas de los objetos o personas dentro del ambiente que ayudan u obstaculizan a un individuo a lograr sus objetivos.
Los estímulos que despiertan las necesidades nos motivan a buscar o a evitar la presión, es importante distinguir entre presión alfa (propiedades reales del ambiente) y la presión beta (percepción subjetiva del ambiente por el individuo). Las presiones beta son los determinantes de la conducta.
Murray además fue un pionero en el área de la evaluación, enfatizó un enfoque ideográfico de la personalidad, el cual se concentra en el individuo, en lugar del enfoque mnemotécnico usual en grupo. Decía que se requieren indicadores múltiples para examinar el desempeño de un individuo, una sola prueba podría no describir de forma correcta a una persona (usar especialistas de diferentes áreas para eliminar los errores personales en la evaluación) varios observadores estudiarían al mismo sujeto y luego integrarían sus hallazgos en un diagnóstico final. Este tipo de enfoque interdisciplinario no tenía precedentes en esa época.

Las respuestas al TAT sugieren la forma de pensar del sujeto en relación con el ambiente físico y social. Debido a que los estímulos son ambiguos y el sujeto es libre de responder en cualquier forma, cualquier significado que le dé el sujeto a la historia debe provenir de su interior. Los sujetos proyectan inconscientemente sus propias actitudes y sentimientos en los dibujos y por consiguiente se revelan a sí mismos. Hay guías especiales para calificar la prueba.
Murray se dedicó exclusivamente a la psicología y a estudiar las partes más profundas de la personalidad: el inconsciente.
BIBLIOGRAFIA
Teorías de la Personalidad. Engler, Bárbara. 4ª edición, 1996. McGrawHill.
gracias muy buena la informacion!!
ResponderBorrarthank you!! i liked, this is gonna help me!!
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